En la reunión semanal de anoche tuvimos la visita, especialmente invitadas por el socio "Churchill" Elliff, de integrantes de la Comisión Directiva de "A.P.A.D. - Asociación para la Asistencia al Discapacitado". Concurrieron la presidente María José Beraza, la vicepresidente Liliana Casey y la tesorera Etelvina Rímoli. En la segunda parte de la reunión, Carmen pidió a María José que comentara a la mesa, las actividades que desarrolla el Taller Protegido que la asociación mantiene en la calle Miguel Fox.
La presidente manifestó que en el taller trabajan 13 operarios, y se desempeñan como empleadas dos personas, una terapista ocupacional y una cocinera que a la vez colabora en las demás tareas. El taller desde su creación se ocupó del sellado de bolsas de polietileno, tarea que se continúa desarrollando, pero desde hace un año se incorporó el lavadero de ropa, con máquinas de tipo industrial, y por el momento su tarea es el lavado y secado de frazadas, mantas y acolchados, pero la idea es ir incorporando otro tipo de ropa como la ropa blanca y de vestir, a medida que los operarios vayan incorporando más experiencia y habilidades y la capacidad de las máquinas lo permita. Las máquinas son de muy buena calidad, lo mismo que los jabones y otros productos que se utilizan, asegurando la correcta limpieza y conservación de las telas.
Manifestó además María José, que la comisión directiva se aboca permanentemente a realizar rifas, eventos, y otros beneficios con el fin de cubrir los gastos que demanda el pago de los sueldos y aportes del personal y otros gastos fijos del taller, mientras que los operarios reciben un "peculio" que llega desde la Provincia, y cuando la situación lo permite, un plus que le otorga el taller. La asociación recibe además un subsidio municipal proveniente de la Tasa de Seguridad que viene incorporada a las tasas municipales, y que se destina a distintas asociaciones civiles del Distrito.
Para finalizar la presidente Carmen, agradece la visita, felicita a las visitantes por la noble tarea que desarrollan, en forma desinteresada, y manifiesta que las puertas del club están abiertas para cuando quieran volver a visitarnos cuando haya alguna novedad del Taller Protegido que quieran compartir con nuestra mesa.
